miércoles, 31 de octubre de 2012

BANCO DE CARTAGENA

Escucho con frecuencia, sobre la crisis bancaria, que una de las soluciones adoptadas es la fusion entre las entidades financieras para poder salir de este pozo. ¡Como si esto fuera una novedad!, y no es inusual en este campo de la banca como veréis más adelante, ya se pasó por este trance de las agrupaciones bancarias con el “Banco de Cartagena”.
En Cartagena se creó un banco, que difundió en el pasado siglo el nombre de esta ciudad por la geografía española y en el extranjero. Se funda el 29 de marzo de 1900 como sociedad anónima, con diez millones de pesetas como capital inicial, representadas en 20.000 acciones de 500 ptas. cada una.
Fue una creación del capitalismo asturiano, en concreto de esa burguesía regional que lideró el financiero e industrial José Tartiere Lenegre, que conjuntamente con las demás familias asturianas promovieron en 1899 el “Banco Asturiano de Industria y Comercio”,  y pusieron en marcha un año más tarde una operación de expansión por el Sur y el Levante, con la fundación de los Bancos de Andalucía, de Valencia y de Cartagena.
Nace la entidad bancaria cartagenera para facilitar la exportación de minerales de la cercana zona de La Unión y del sudeste de Andalucía; siendo uno de sus impulsores D. Álvaro de Figueroa y Torres, Conde de Romanones. Como director gerente fue nombrado D. Vicente Elvira y Menéndez, y el director de la oficina principal en Cartagena D. Joaquín Payá, que era el representante político y económico del conde de Romanones. El Sr. Payá había sido anteriormente embajador de España en Shangai, y afincado en Cartagena recorre Andalucía y Marruecos, donde gracias a su brillante gestión extiende los negocios de esta nueva entidad cambiaria.
El afamado arquitecto Tomas Rico Valarino, proyectó en 1903 la sede del Banco de Cartagena en la plaza de Valarino-Togores, actual plaza de San Francisco. El bajo se dedicó a oficinas, y los pisos a viviendas de los directivos.

En la decoración de la fachada hay que destacar en el primer piso los escudos de Murcia, Cartagena y Lorca, que eran sedes importantes del banco, y en el segundo piso el caduceo, como símbolo del comercio.
Caduceo
Desde su inicio, intervino el banco en la creación de la entidad aseguradora cartagenera “La Estrella”, siendo su sede la oficina bancaria de Cartagena.
La buena actividad mercantil del banco de Cartagena, hace posible en 1907 que absorba al “Banco de Andalucía”, pretendiendo con esta operación de enlazar el desarrollo de las riquezas agrícolas y minerales de la zona.
ABC abril de 1908
El conde de Romanones, socio del Banco, abandona la entidad en 1908, e imagino continuaría con sus variados negocios, tales como la fundición de Santa Lucia, la Compañía Cartagenera de Navegación (que disponía de barcos propios); teniendo también en propiedad fincas y tierras en el Mar Menor.
Con su organización de 19 oficinas, en 1914, distribuidas por Levante y Andalucía, el banco de Cartagena evidencia su interés regionalista. Estas sucursales estaban situadas en puntos estratégicos: Murcia, Lorca, Caravaca, Yecla, Hellín, San Fernando, Puerto de Sta. María, Sevilla, Melilla, etc. En muchos pueblos era el primer banco que se instalaba, como en el año 1908 en Caravaca de la Cruz (había anteriormente una caja de ahorros).
Sucursal de Lorca en Edificio Huerto Ruano
Interior oficina de Lorca
Sucursal de Cadiz en plaza de la Constitución
En el año 1919 su capital social asciende a 20 millones de ptas., gracias a la creación de 20.000 nuevas acciones de 500 pts., de las cuales 5.000 fueron adquiridas por la firma “Banque Belge pour l’Etranger”. En aquel momento Cartagena manifestaba su pujanza mercantil e industrial en España. Ya en 1913, refiriéndome a depósitos a la vista, ocupaba un lugar intermedio en el ranking bancario español.
La bonanza del banco se demostraba en el reparto de dividendos: el 4% en 1916 y 1917; 5% en 1918, 5,5% en 1919, 6,5% en 1920, 6% en 1921 y el 4% en 1922.
Hay que destacar que el Banco de Cartagena desarrolló en Andalucía la primera red de la banca privada, inaugurando sucursales en Ayamonte, Cádiz, Huelva, Isla Cristina, Puerto de Santa María, San Fernando y Sevilla, además de otras oficinas en Valencia y Murcia.
Es curioso que la entidad cartagenera fuera pionera al disponer en Sevilla (en Andalucía y seguramente de las primeras de España) de dos Oficinas del mismo Banco en la misma plaza: La oficina principal en la calle Sierpes núm. 52, y la sucursal urbana en calle Altozano núm. 5 en el típico barrio de Triana. Esta estrategia de expansión, de abrir varias oficinas en localidades con una población suficiente, fue utilizada posteriormente por los bancos madrileños y bilbaínos.
Como consejeros en Andalucía tuvo a los sevillanos Cayetano Luca de Tena, Federico Amores y Pedro Rodríguez de la Borbolla. El Banco de Cartagena participó en el año 1919 en la venta de 12.000 acciones, de 500 pesetas cada una, de la "Naviera del Guadalquivir". La propaganda era básica en la prensa diaria, véase como ejemplo el anuncio en varios idiomas, lógico en una economía volcada al exterior por el comercio y por el incipiente turismo.
Propaganda a raiz de Trasladarse a Madrid la sede central
Multilenguaje
Folleto Prensa delegación de Sevilla
En 1920, se traslada la sede de Cartagena a Madrid, a la Carrera de San Jerónimo núm. 46, tomando el control de la entidad los belgas de la “Societé Generale de Banque por l’Etranger” y la “Banca Marsans”.
En el año 1923 El Banco de Cartagena se integró en el “Banco Internacional de la Industria y el Comercio”.

Oficina de Cartagena, nuevo nombre del banco: "Internacional de Industria y Comercio"
Siendo éste absorbido a su vez en 1934 por la principal banca catalana, el “Banco Central”, una secuencia típica en la evolución de la banca española de aquellos tiempos.

Liquidación Banco de Cartagena - BOP Madrid 1933
Cartagena - Remodelación Fachada como Banco Central
Y este a su vez se fusiono con el “Banco Hispano Americano” en 1991 (realmente fue una absorción del BHA por el BC).
Posteriormente en 1999 este nuevo banco se fusiona con el Santander, dando lugar a la mayor entidad financiera de España e Iberoamérica (BSCH).
Como se puede ver no hay nada nuevo bajo el sol…
Que paséis un feliz puente.

Bibliografía:

- Hemeroteca ABC.
- Hemeroteca Archivo Municipal.
- Postales propiedad del autor.
- Wikipedia
- www.historicstockmarket.com
- http://hemerotecadigital.bne.es/

sábado, 20 de octubre de 2012

GRÚA FLOTANTE SANSÓN

Durante el pasado siglo la grúa flotante Sansón fue una de las estampas clásicas del puerto de Cartagena, y se hizo imprescindible, tanto para elevar enormes cargas, como para transpórtalas dentro de la dársena y colocarlas en el sitio deseado.
Pese a su destino dentro de la Armada, adscrita al Tren Naval en el Arsenal cartagenero, su trabajo no sólo se ciñó a temas militares, también cooperó con la sociedad civil en algunas tareas imprescindibles, que sin ella no se hubieran resuelto fácilmente, y más cuando debían moverse esas cargas por encima del mar… y por debajo…
Se construyó esta grúa en el  año 1929 por la Sociedad Española de Construcción Naval en Cádiz. Teniendo como nombre inicial “La Gaditana”. Las dimensiones de su estructura eran una base de 12 x 6.65 m. y una Altura de 35 m. que descansaba en una gran plataforma o patacha de forma cuadrada, que flotaba sobre las aguas del mar, con más de 30 metros de eslora y 16,5 de manga, siendo de esta forma posible el remolcarla desde su habitual amarradero hasta donde eran necesarios sus servicios.

Esta plataforma disponía de una caseta o sala de máquinas donde se encontraban los elementos necesarios para facilitar el funcionamiento de la grúa, disponiendo de grandes engranajes y cabestrantes. En la parte frontal entre la pluma y el borde de la patacha, quedaba un amplio espacio libre donde se colocaban los elementos que la grúa debía izar para colocarlos a bordo de un buque o sobre el cantil de un muelle.
El material utilizado en su construcción fue acero laminado y forjado, usándose la técnica de unión de piezas mediante tornillos y remaches calentados en fraguas. Disponía de dos ganchos de elevación. Uno para la carga y otro para trabajos auxiliares.
La inclinación de la grúa se conseguía mediante dos husillos colocados en la parte posterior y movidos por motores eléctricos. Tenia una capacidad máxima de elevación de 100 toneladas a 25 metros de altura. Para su funcionamiento, en toda su existencia tuvo varios motores, el ultimo fue un diesel Bazán Sulzer.

Detalle husillos
La grúa estaba al mando de un contramaestre mayor y contaba con  una dotación que osciló entre 21 y 16 personas.
Fue dada de alta en la Armada el 4 de octubre de 1929, y de baja el 1 de enero de 1993. Su identificación era Y-381, habiendo tenido con anterioridad otros numerales tales como YGR-11, YGR-01, GR-1 y SANSÓN.
Su primer destino fue el arsenal de La Carraca (Cádiz), pero fue arrastrada por el remolcador “El Gaditano” a Cartagena el 5 de junio de 1930, para colaborar en el desembarco del pesado material Vickers destinado a artillar la costa cartagenera. Desde esa fecha permaneció en esta ciudad, salvo esporádicas salidas donde era requerida su labor, como la Azohía, Mahón, Ibiza, Portman, etc. participando sobre todo en las pruebas de estanqueidad de los submarinos que se construían en Cartagena, en reflotamientos de buques hundidos y en la descarga de material pesado.

Colocación bloques en el muelle de Cartageba
Algunos de sus trabajos fueron:
- En el mismo año de sus construcción, ayudo en Cádiz a las pruebas de flotabilidad del submarino Peral.
- Colaboró en el desembarque de las cuatro gigantescas piezas de 381 mm para las baterías de Castillitos (Cabo Negrete en la Azohia) y Cenizas (Portmán); operación que repitió en mayo de 1931 en el puerto de Mahón (Menorca) para desembarcar del barco correo que procedía de Barrow (Inglaterra) todo el material de los dos cañones de 38,1 cm. para el artillado de la Posición Llucalary. Cada tubo de los cañones pesaba 86 Tm.

Descarga cañón 38,1 cm. en la Azohía

Descarga cañón Vicker en Mahón
- En agosto de 1932 remolcada desde Mahón,  ayuda al destructor José Luis Diez, varado en cabo de Botafoch en Ibiza, a desmontarle la artillería de popa y los tubos de lanzar para poder reflotar el buque.
- Tras diez años en grada, en de mayo de 1944 se puso a flote él "D-1" (primer submarino botado en España tras la guerra civil) entregándose a la Marina en marzo de 1947, empezando en esa fecha a tener múltiples problemas. Para subsanarlos fue necesario llevar el submarino embragado y sujeto por la grúa SANSÓN a la bahía de Mazarrón donde se efectuaron las pruebas de inmersión de un modo bastante peculiar, ya que el submarino no descendió más de 60 metros, y permaneció en todo momento suspendido de la grúa flotante "Sansón" e ínterconectados sus tanques de lastre por una manga a otro submarino, normalmente el "General Sanjurjo".
- Colocación cigüeñal del barco mercante  Malaren en 1951.

- El 3 de Enero de 1955, naufragó el remolcador de la armada RP 21 cerca de la costa de Cartagena. El barco estaba hundido a 350 metros de la Punta de Trincabotijas y bajo 35 metros de agua, lo sacó la grúa flotante "Sansón" el sábado 11 de enero y lo llevaron hasta el Arsenal, había un cadáver dentro y poco mas se sabe. El barco que en principio hicieron intentos de repararlo, al final fue al desguace.
- Esta grúa ayudo en la descarga de material pesado de Butano, en la cercana refinería de Escombreras:

Tras su baja el 1-1-1993, su desguace se efectuó el día 20 de abril de ese mismo año. La base flotante se siguió utilizando como pantalán de la Junta de las Obras del Puerto y la pluma quedó abatida en tierra esperando su desarme, pero finalmente se decidió su colocación como monumento en una rotonda de Santa Lucía, desde donde nos recuerda su pasada historia en este último enclave.


lunes, 15 de octubre de 2012

EMOCIONES y SENSACIONES

1) La música siempre me ayudó a consolarme, e invariablemente con cualquier tipo de composición. Escuchar en el silencio de la noche, el coro de mujeres del Confutatis de la Misa de Requien de Mozart, o Sabbato ad Vesperas de las Celebraciones en Canto Grecoriano, esas cadencias entre voces masculinas y femeninas es sobrecogedor. Lo mismo podría decir de Bach, Haendel, Chopin, Weber, Puccini con su Nessun Dorma de Turandot, etc. Un tema musical que me emociona cada vez que lo escucho, es el Tema de Lara, de la película Dr. Zhivago; esa balalaika provocando esos dulces y agudos timbres, es fascinante. Supongo que serán reminiscencias de la película y lo que me evocan sus recuerdos.

2) Un cielo limpio, azul, recortando la verticalidad de algún edificio en las afueras de la ciudad. La ropa tendida, en ese mismo inmueble, meciéndose al ritmo que le marca el viento.

3) Un faro adentrándose en el mar. Con el olor a salitre tan característico que lleva la brisa. La superficie picada por la marejada, moviéndose con esas olas desplazándose hacia el rompeolas, rompiéndose y salpicando el ambiente de sus finas gotas que refrescan la cara.

4) Las gaviotas volando a la vela, quedando algunas veces inmóviles en el aire al planear contra el viento, cuando se quedan estáticas observando el horizonte desde lo alto de una roca, o de una farola del puerto, perfilando el horizonte, haciendo un juego de colores entre el azul oscuro del agua, el azul celeste del cielo y su plumaje blanco.

5) Unos niños jugando solos. Sin mayores cerca. Observarlos me recuerda la inocencia que dejamos hace ya muchos años. Son sinceros, se expresan tal cual sienten. De todas forma no tarda muchas veces en aparecer algún “bordesico” que al no poder conseguir lo que desea, se envalentona demostrando su agresividad y zurrando al compañero mas cercano.

6) Nubes sobre el cielo azul en un día soleado. Es relajante ver esas capas de algodón creciendo en vertical. Son espesas, se empujan entre ellas como queriendo ocupar el sitio de sus vecinas. Algunas de las que están más solitarias adoptan formas caprichosas, que el viento las va deshaciendo poco a poco. Si el viento es de capas altas es curioso ver como las nubes superiores van más deprisa que las inferiores.

7) Colores. El cromatismo de una buganvilla roja, sobre el fondo verde de su propia frondosidad. Ver al fondo el amarillo chillón de un rosal Imperial, haciéndole a su vez compañía una rosa roja, casi color sangre, de aspecto de aterciopelado.
Este tema de los colores me recuerda a las mujeres, con su “definición” tan especial de la variedad cromática. Un azul-marino, siempre ha sido el azul-marino de toda la vida, ¡pues no señor!, el azul-marino puede ser claro como el cielo y oscuro como la negra noche, según distingue mi apreciada cónyuge. Sin hablar de los diversos matices de marrones, lilas, rosados o beiges.

Que la semana sea fecunda en sensaciones agradables...

Confutatis - Bow Valley chorus performing Confutatis and Lacrymosa from Mozart's Requiem. 2006.
Sabbato ad Vesperas - Coro de Camara de Sevilla, Direccion Santiago Lusardi Girelli, Concierto en el Conservatorio Superior de Sevilla.
Nessun Dorma - Pavarotti, Los Angeles 1994


sábado, 13 de octubre de 2012

HUEVOS DE CARLOS

Hace muchos años, en el apartamento que teníamos cercano a la playa, algunas noches si estábamos con algún amigo, y no tenias muchas ganas de perder mucho tiempo en la cocina para preparar algo de cenar, solíamos hacer un huevo frito al estilo de mi padre, ya que su realización es muy sencilla, y “llena” bastante.
Una noche, un matrimonio, vecinos de apartamento, estaban con nosotros, y surgió el tema de tomar un bocado, pero poca cosa. En un plis-plas preparé los huevos antes citados.
Cuando los llevo a la mesa, al verlos dijeron los dos al unísono: ¡Estos son los huevos de Carlos!.
Preguntamos quien era el citado Carlos, y nuestra sorpresa fue al comprobar que era mi tío paterno, fallecido hace pocas semanas. Resulta que eran vecinos en Murcia, y mantenían muy buenas relaciones.
Con esa información, pude enterarme que los huevos elaborados de esa forma, eran conocidos en toda mi familia paterna.
Ingredientes:
 
Huevos frescos.
Cebolla picada.
Pimentón dulce.
Aceite de oliva virgen, vinagre, sal.

En una sartén, poner aceite suficiente para freír un huevo y colocar a fuego medio.
Antes de  empezar el aceite a calentarse, echar el huevo,  cuando se ponga a hervir el aceite comprobar que la clara esta cuajada y apartar, ya que si no tendríamos las clásicas puntillas y la yema también se espesaría.
Depositar el huevo en el plato donde se servirá, romper con la rasera la yema, colocando encima de ella como una cucharada colmada de cebolla picadita.
Aliñar con aceite virgen, vinagre y sal.
Por ultimo espolvorear el conjunto con pimentón dulce.
El color blanco de la clara cuajada, el amarillo de la yema, el rojo del pimentón, y el verde del aceite virgen de oliva, hace una sinfonía de colores a la vista que nos preparan para comerlo, encontrando al hacerlo una combinación de sabores deliciosa.
Plato idóneo para sopar con buen pan del campo.
Que aproveche…

jueves, 11 de octubre de 2012

SILENCIO

Esta mañana fui dando un paseo por el campo con mis dos perras, Fara y Luna.
Hacia calor, y descansé un momento bajo el único árbol que veía, y defenderme así del sol justiciero , me doy cuenta que no se oye más que el silencio.
Es un retruécano, pero es cierto. Ese silencio sonoro, roto sordamente por los ruidos lejanos de la civilización más allá del horizonte. Esa mudez callada como por una sordina, se acrecienta por el ruido de la suave brisa al hacer rozar a las hojas del árbol como una pequeña caricia de enamorados. Luna, asusta con sus ladridos a una pequeña lagartija, que se esconde asustada entre unas piedras, y rompe esa quietud y tranquilidad del silencio que me rodeaba.

En esos momentos piensas en las pequeñas cosas que no distes importancia en su momento, y ahora en este remanso de paz,rememoras, saboreando más íntimamente, la sensaciones y recuerdos que te traen a la mente:
El olor desprendido por la mata de menta cuando estas regándolas, impregnando el ambiente por unos instantes; elmismo sabor inconfundible que sabe transmitir a una taza de manzanilla, cuando depositas una hoja de esa misma planta.
El tacto especial, untuoso, casi grasoso, de los polvos de talco, cuando te “ensuciabas” las manos con ellos al depositarlo en el culito de tu hijo al cambiarle los pañales...
Pensar, si te rodea el silencio, en cosas agradables te hace sentir bien.
Feliz fin de semana.

martes, 9 de octubre de 2012

LA LAJA DEL PUERTO DE CARTAGENA

    La costa mediterránea tiene muchos tramos de relieve accidentado, con la existencia de acantilados, muchos de ellos separados por calas y ensenadas, una de ellas da cobijo al puerto de Cartagena, considerado desde los fenicios como uno de los puertos naturales más resguardados del Mediterráneo.
    Esta ubicado en el sureste de la península ibérica, y ha sido siempre considerado como uno de los fondeaderos más seguros para todo tipo de embarcaciones, por su excepcional diseño natural que le hace estar resguardado de los vientos, disponer de calado, ser fácilmente defendible por los montes que lo rodean, etc. Este escenario privilegiado, hizo que fuese deseado tanto por griegos y fenicios, como cartagineses y romanos, consiguiendo hacerlo uno de los puertos navales y comerciales más famosos del mundo mediterráneo de aquella época.
    El gran navegante Andrea Doria (1466-1560) elogiaba su seguridad con su famosa cita ''No hay navegación más segura que julio, agosto y el puerto de Cartagena'' . También lo apoya Miguel de Cervantes en su “Viaje del Parnaso”, obra narrativa en verso, donde saliendo desde el puerto de Cartagena, emprende la misión, después de reclutar a los mejores poetas españoles, de librar una batalla contra los poetas mediocres. Sus versos quedan reflejados en el mosaico que existe en la fachada del gobierno militar, frente al ayuntamiento de Cartagena.
Tras la salida de los bizantinos, el puerto perdió interés. Con Alfonso X, su reino se encontraba inmovilizado entre la Corona de Aragón y el Reino de Granada, Cartagena fue la única salida del reino castellano al Mediterráneo. La importancia estratégica de este puerto era básico para la política militar del Alfonso X el Sabio.
Pero, pese a sus buenas cualidades de magnifica ensenada, había un inconveniente peligroso que debían conocer los marinos para acceder a ella: La Laja o Losa del Puerto, o simplemente la Losa.
La entrada entre los cerros de Galeras y el de San Julián, quedaba dividida en dos canales desiguales, motivado por un bajo de piedra caliza, de forma cónica con un calado en superficie de 0,6 metros, y ocupando una base de 77 metros de norte a sur y de 56 metros de este a oeste. Pese a estar balizado con una veleta de hierro, y conocida por los navegantes, molestaba mucho para la fácil entrada y salida del puerto, debiendo esquivarse con mucha pericia.
Perfil de la losa sumergida, dirección alineada con torre ayuntamiento y molino Molinete
De la época árabe queda en pie la linterna del castillo de la Concepción, que hacía las veces de faro, para señalar la posición de la Laja.
En todos los planos desde 1500 se marcaba la localización de la molesta losa, aunque no con la exactitud debida para el buen gobierno de las embarcaciones, ya que toda la navegación era a vela.

Plano de Teixeira 1634

Plano ingeniero Possi 1670


Ubicación exacta losa en plano de 1854
    Se pensó en destruir este escollo submarino, y había un proyecto del 15 de mayo de 1854 para volar con pólvora los 10.000 metros cúbicos de piedra arenisca de la Losa,ascendiendo el presupuesto a 1.329.960 reales de vellón. Se desestimó esta idea, ya que los escombros ocasionados por la voladura podrían impedir la navegación al disminuir la profundidad en sus cercanías.
    Los fuertes vientos del sur y del suroeste, por la configuración de la bahía, producen alteración en sus aguas, y dificultando la maniobrabilidad de los veleros al pasar cerca de la Losa, con los consiguientes naufragios; pudiendo evitarse este inconveniente con la construcción de dos diques rompeolas que defenderían la dársena de estos vientos.
Diques marcados en verdes, punto rojo la Losa
    Uno de ellos seria el dique de Curra, arrancando de la costa de levante, que conocemos como playa de San Pedro y terminando en la Laja o alto fondo situado a la entrada del puerto, eliminando al mismo tiempo el problema que causaba esta enorme roca cerca de la superficie. La longitud del dique seria de 762 metros; el otro rompeolas, llamado de Navidad, tiene su origen en la costa de poniente y punta del mismo nombre, y siguiendo dirección Sureste termina, mar adentro, a los 190 metros de su arranque. Al final de cada escollera, se proyectan dos recios y vistosos faros.

Bocana del puerto antes de efectuar las obras
    El 17 junio de 1857 se inician las obras, a los diez años llevaban depositadas unas 500.000 toneladas de material procedente de las canteras próximas, para la confección de las dos escolleras, más unos cinco mil bloques de hormigos, que formarían el muelle anexo.

Construcción de sillares para el rompeolas

Puesta de bloques en el dique

Bloques colocados en escollera de la Curra

Escollera sin acabar y sin faros

Muelle de la Curra acabado
Pese a disminuir la distancia de la primitiva bocana, que era de 520 metros, los 350 metros que ahora separan el canal existente entre el faro de la Curra y el Espalmador son suficientes para permitir el paso y maniobrabilidad de buques de alto porte. Y estas escolleras evitan los movimientos de mar ocasionado por los vientos, quedando el puerto en su interior como una balsa, al no ser afectados por ellos.
Las obras se finalizaron en 1885.

Dique y faro de Navidad - destellos color rojo
Faro de la Curra - destellos color verde
Una descripción de las dos escolleras, para más información, puede consultarse en la revista de obras públicas núm. 1116 de 1897 en  la siguiente dirección: